Que mi sobrina cuando va a comprar sus chucherias no pueda confundirlas con aquellos paquetitos de 10 cigarrillos y que no le llamen la atención entre otras cosas por estar mezclados como el año pasado porque entre otras razones están en una máquina que maneja el propietario,es un logro.
Que tampoco reciba los mensajes publicitarios explícitos que las tabaqueras incluían en su revista favorita: Ragazza, aunque también los leía a veces en otras.
Que no vea en su parada de autobús como todas las semanas del año pasado un anuncio distinto de una marca de tabaco.
A pesar de que habían firmado un acuerdo de autorregulación y decían que no harían publicidad a menos de 100 metros de la puerta de los colegios.
Que no le canjeen unos codigos de barras de paquetes de tabaco por palomitas y descuentos en las entradas al cine.
La verdad es que no podrán invertir los 200 millones de euros que invirtieron en publicidad directa el año 2005 y ya veremos como lo quieren hacer, si seguirán el modelo de Joe Camel u otro.
Que evidentemente ya no podrán patrocinar concursos, como Gran Hermano en su primera edición, con un objetivo claro de normalizar la conducta de fumar.
Que todas estas cosas ya no incitarán a que mi sobrina quiera empezar a fumar es cierto.
Que no nos pasen todas esas cosas ya es un cambio importante.
Porque todavia moriran de una forma prematura millones de personas en todo el mundo por causa del tabaco e incluso muchos sin haber fumado en su vida.
Pero también le afectan más cosas, en realidad lo observa todo.
Y quizás ver a los señores fumadores en la puerta de las empresas consumiendo sus cigarrillos, le parezca insólito.
De hecho este tema ya no ha sido el motivo central de las compañías tabaqueras para oponerse a la nueva Ley, después de comprobar que este tipo de campañas han sido contraproducentes en otros países.
La evidencia científica de que el humo de tabaco es enfermedad y que no se puede trasmitir a tu entorno ya esta absolutamente aceptada en la sociedad.
En España están utilizando una estrategia con objeto de confundir.
Intentan trasmitir que la repercusión económica y de empleo seria catastrófica.
Cuando la realidad no es así. Tiene un coste inicial pero en realidad los beneficios son incluso mayores.
Informe independiente del impacto: http://www.cnpt.es/docu_pdf/Informeimpacto2_final.pdf
Los beneficios se multiplican porque se sumarán a todos los demas espacios libres de humo de tabaco y ademas ponen en evidencia que siempre ese acto, esa conducta no solo es dañina para uno mismo sino para tu entorno haciendo más vividos los mensajes que recibimos sobre tabaquismo pasivo.
Al igual que la publicidad hasta que no se regula totalmente no veremos los resultados completos de este tipo de medidas.
Ella se habituará, incluso más, facilmente no fume y cuando se lo cuente a su hermana pequeña se sorprenderá cuando le diga que la gente fumaba donde queria y trasmitía humo (enfermedad) a sus vecinos.
25 abril 2007
La percepción del problema del tabaco avanza en el buen sentido.
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